Ah, el desarrollo web, ese arte místico que promete transformar píxeles en oro. Nos han vendido la idea de que con el código correcto, podemos conquistar el mundo. Pero, ¿cuántos sitios web realmente logran salir de la oscura mazmorra del olvido digital?
Posicionamiento en buscadoresEl famoso SEO, la pócima mágica que convierte una página anodina en el Santo Grial de Google. En Barcelona o en cualquier parte del mundo, las agencias de desarrollo web te prometen el cielo, si es que puedes pagar su precio. Pero cuidado, que el algoritmo de Google es más voluble que un político en campaña.
Formación profesionalCursos de Python y WordPress abundan en cada esquina virtual, prometiendo convertirte en el próximo Zuckerberg. Pero, ¡oh sorpresa! La saturación del mercado es tal que la formación se convierte en el eterno retorno del mismo: aprender, olvidar, repetir.
Proceso para el desarrollo de softwareEl mantra del siglo XXI. Desde Madrid hasta Bogotá, las empresas se obsesionan con la eficiencia, como si una nueva metodología ágil fuera la panacea para todos sus males. Pero la realidad es que muchas veces solo es un disfraz para justificar el caos organizacional.
Mercadotecnia en InternetLa otra cara de esta tragicomedia. En Venezuela o Mallorca, las estrategias de mercadotecnia se disfrazan de innovadoras, pero en realidad son repeticiones de fórmulas antiguas, maquilladas con un poco de "big data" por aquí y "machine learning" por allá.
Así que, querido lector, la próxima vez que veas una oferta para crear la próxima gran aplicación web, recuerda que detrás de cada línea de código, hay una historia de promesas rotas y sueños incumplidos. Pero, ¡hey!, al menos nos reímos un poco en el camino.