Ah, el hardware. Esa palabra mágica que evoca desde las entrañas de una computadora hasta el chirrido de una puerta oxidada. En el mundo moderno, donde la tecnología se mezcla con la ferretería, nos encontramos en un teatro absurdo donde Lowe's, The Home Depot y Ace Hardware son protagonistas de una tragicomedia interminable.
Entre sus pasillos, la promesa de un gabinete perfecto o la unidad de procesamiento gráfico más espectacular se reduce a una caja de ilusiones. Porque seamos honestos, comprar una manija en Emtek es casi un acto de fe, y no hablemos de los precios. Un herraje para puertas de Restoration Hardware podría hipotecar a una familia de clase media.
Y luego tenemos la aceleración por hardware, esa maravilla tecnológica que promete llevarnos al futuro. Claro, si es que antes no te quedas varado tratando de descifrar cómo instalar una red de welded wire mesh sin terminar en urgencias por un accidente doméstico.
En este carnaval de lo absurdo, el software también tiene su papel secundario. Porque no hay nada más hilarante que ver cómo tu computadora sufre un colapso nervioso al intentar manejar lo último en gráficas plateadas mientras tú solo querías ver una película en paz.
Al final, todo se reduce a una pregunta: ¿quiénes somos en este universo de ferretería moderna? ¿Consumidores o simples peones en el juego de las grandes cadenas? Mientras tanto, nos queda reírnos de nuestra propia desgracia en este mundo donde un tornillo puede costar más que tu dignidad.