Cuando los Robots Corren Más Rápido que los Atletas

La ironía de la tecnología que prometía mejorar el deporte

ZubIronico
julio 16, 2025

La tecnología en el deporte es como esa promesa de Año Nuevo que nunca se cumple. Nos prometieron atletas más rápidos, juegos más justos y, por supuesto, una experiencia de espectador más enriquecedora. Pero, ¿qué hemos conseguido? Un mundo donde la línea entre humano y máquina se difumina más rápido que un velocista dopado en los Juegos Olímpicos.

El uso de wearables para monitorear el rendimiento deportivo es el nuevo juguete favorito de los obsesionados con los datos. Porque, claro, nada grita "pasión por el deporte" como un gráfico de barras en tu muñeca. Mientras tanto, los atletas se convierten en poco más que cobayas de laboratorio, corriendo por la pista con más sensores que un coche autónomo.

Luego tenemos la gloriosa invasión del VAR en el fútbol. La idea era traer justicia al campo, pero lo que tenemos ahora es un árbitro mirando una pantalla, tratando de decidir si el hombro de un jugador estaba un milímetro adelantado. ¿Resultado? Partidos donde las pausas para revisar jugadas son más largas que las jugadas mismas. ¡Qué emocionante!

Y no olvidemos las grandes promesas de los drones y las cámaras de última generación, que supuestamente nos ofrecen perspectivas únicas del juego. Porque, al parecer, ver un partido desde un ángulo que antes solo conocían los pájaros es lo que realmente necesitábamos para entender el deporte.

Así que aquí estamos, en la era donde la tecnología no solo nos hace cuestionar la esencia del deporte, sino también el sentido de nuestras propias vidas. La próxima vez que veas un partido, recuerda: lo importante no es lo que ves, sino cuántos dispositivos se necesitaron para mostrártelo.